Para
garantizar un rendimiento optimo y eficaz de la computadora, debemos mantenerla
limpia y bien organizada.
Debemos
eliminar los programas antiguos, programas que no
utilicemos y las unidades de disco para liberar la memoria y reducir la posibilidad
de conflicto del sistema.
Un disco
duro puede presentar diversas deficiencias, que casi siempre se pueden corregir
estas son:
1.
Poco espacio disponible.
2. Espacio ocupado por archivos
innecesarios.
3.
Alto porcentaje de fragmentación.
Se debe
eliminar los archivos antiguos
y temporales. Además, entre más pocos archivos innecesarios tenga la computadora, estará más
protegida de amenazas como el hurto de la identidad en Internet.
Cuando el
espacio libre de un disco se acerca peligrosamente a cero, la PC entra en una
fase de funcionamiento errático: se torna excesivamente lenta, emite mensajes
de error (que en ocasiones no especifican la causa), algunas aplicaciones no se
inician, o se cierran después de abiertas, etc.
Como factor
de seguridad aceptable, el espacio vacío de un disco duro no debe bajar del 10%
de su capacidad total, y cuando se llega a este límite deben borrarse archivos
innecesarios, o desinstalar aplicaciones que no se usen, o comprimir archivos.
Estos
archivos se reconocen por la extensión .tmp y generalmente existe uno o varios directorios donde se
alojan.
En
condiciones normales, las aplicaciones que abren archivos temporales deben
eliminarlos cuando la aplicación concluye, pero esto a veces no sucede cuando
se concluye en condiciones anormales, o Windows "se cuelga" o por una
deficiente programación de la aplicación.
Estos
archivos temporales deben borrarse del disco duro.
Existen otro
tipo de archivos que pueden borrarse, y no son temporales: la papelera de reciclaje, el caché de Internet (windows\temporary internet files) y
algunas carpetas que permanecen el disco después que se baja o se instala
un programa.
El caché de
Internet debe borrarse si resulta estrictamente necesario, ya que después de
borrado no podrán verse las páginas visitadas sin estar conectado.
Un usuario
experimentado puede intentar otras posibilidades, como por ejemplo eliminar DLL
duplicadas, instaladores, datos de aplicaciones desinstaladas, etc.
Debe obrar
con mucho cuidado cuando haga esta "limpieza profunda" y si no hay
plena seguridad de que un archivo en cuestión puede ser borrado, no debe
eliminarlo de la papelera de reciclaje hasta comprobarlo, pudiendo reponerse a
su ubicación original si resultara necesario.
En general
lo que se debe realizar son estas labores:
·
Eliminar los programas antiguos y archivos temporales.
·
Eliminar la información obsoleta
·
Asegurarnos de guardar de manera segura la
información.
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